Acepta lo que Viene

Y Déjate Sorprender

Hoy toca hablar de Justin Bieber.

Ohhhhhhhh sí.

No te desuscribas todavía, te prometo que la historia merece la pena.

En los últimos años, ya sea por su matrimonio con Hailey Baldwin o por el cambio en la medicación, la estrella canadiense ha estado muy formalito.

Pero todos recordamos sus años de living la vida loca a mediados de la década pasada.

El 2015, mientras promocionaba su álbum Purpose, Dios me libre de escucharlo algún día, tuvo varios episodios memorables.

Uno de ellos en España, donde protagonizó una escena de película en el programa de música más famoso del momento, Los 40 Principales.

El equipo del programa no había reparado en gastos y llevaban prácticamente dos semanas sin dormir para procurar que todo saliera a la perfección.

Nada más comenzar la entrevista, los conductores bromearon con que uno de los siguientes entrevistadores, El Rubius, tenía más seguidores que él en redes sociales.

A la cadena le pareció una chiste muy ingenioso y al cantante un poquito menos.

Se levantó en mitad de la entrevista y se piró de la cabina sin decir palabra.

Todo el mundo se quedó a cuadros de colores sin saber cómo reaccionar.

Uno de los entrevistadores salió corriendo a buscar al cantante y le encontró en el despacho de un alto directivo, con los pies encima de la mesa y fumando un cigarrillo.

Preocupadísimo.

Mucho más por el cártel de “prohibido fumar” que usó de improvisado cenicero.

Desastre absoluto y adiós a dos semanas de trabajo, más las posibles represalias a nivel laboral y con los patrocinadores del programa.

Salvo que no lo fue en absoluto.

Al contrario.

Nada habría sido mejor que la espantada de Bieber.

Piensa que el clip de Justin Bieber levantándose de la silla y saliendo de la sala fue el más viral de la historia de la emisora.

Aún no ha sido superado y es probable que nunca lo sea.

La repercusión que tuvo a nivel internacional en las mayores cadenas y medios de comunicación del mundo, se alargó durante semanas.

No podían desear mejor publicidad que esa.

¡Y gratis!

Puedes pasarte la vida planificando todo lo que quieras.

Dando vueltas a todas las opciones, cuidando hasta el más mínimo detalle y quedándote noches en velas jugando al sudoku de las infinitas posibilidades.

Y luego sucede algo completamente distinto a lo que imaginabas.

Algunas veces peor de lo esperado y, con mucha frecuencia, mucho mejor de lo que soñabas.

No se puede controlar todo en esta vida y está bien que sea así.

Lo contrario sería un aburrimiento mortal y no habría ningún aprendizaje.

Cuando me echaron de mi trabajo soñado en una isla perdida del Caribe, pensé que mi carrera profesional había terminado.

La realidad es que no había hecho más que empezar.

No voy a caer en la ingenuidad de decir que todo pasa por algo, que de todo se aprende y bla bla bla bla.

No.

Hay experiencias que preferiría no haber tenido, pérdidas que siempre dolerán y que ojalá nunca hubieran sucedido.

Pero sigo creyendo firmemente que lo mejor está siempre esperando a la vuelta de la esquina.

Ahí, agazapado, esperando a que vayas a por ello.

A veces, es sólo cuestión de planificar menos y aceptar más.

Esa es la manera de dejar que la vida te sorprenda.

Nadie puede controlar lo incontrolable.

Pero todos podemos aprender a aceptar lo que nos toca.

Tú también.

Te leo.

Iñaki Arcocha

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