Gratitud y Generosidad

Chadwick Boseman falleció el 28 de agosto de 2020.

El mundo lo conoce por su papel en Black Panther, pero su legado va mucho más allá de la gran pantalla.

Durante cuatro años, luchó en silencio contra un incurable cáncer de colon.

No lo hizo público y no dio ninguna muestra de debilidad, simplemente siguió adelante en sus propios términos.

Cero drama.

A los 43, su muerte nos dejó una lección impagable de fortaleza, determinación y humildad.

También de gratitud.

Boseman nació en el seno de una familia trabajadora; su madre era enfermera y su padre hacía horas extras en una fábrica para llegar a fin de mes.

Desde niño mostró aptitudes para las artes escénicas, así que decidió estudiar dirección teatral en la Howard University.

Su mentora, la actriz Phylicia Rashad, le vio potencial y lo recomendó para un programa de actuación en Oxford.

El problema: Chadwick no tenía cómo pagarlo.

Rashad, lejos de rendirse, buscó una beca y la encontró en uno de los actores más icónicos de Hollywood: Denzel Washington.

La donación fue totalmente desinteresada; Denzel no conocía de nada a Bosman y, ni mucho menos, podía imaginar la carrera que tendría años después.

Chadwick sí que supo quién le había costeado el curso, y su sorpresa al recibir la carta de la beca no pudo ser mayor.

También su profundo agradecimiento.

There is no Black Panther without Denzel Washington.

No existiría Black Panther sin Denzel Washington.

Esas fueron las palabras que Chadwick Boseman dedicó a Denzel Washington en 2019, durante la entrega de los premios AFI.

La gratitud y la generosidad tienen un poder enorme.

No solamente crecen y se reproducen como nada en este mundo, sino que vuelven de las maneras más insospechadas.

Siempre.

Especialmente cuando dan de forma anónima.

Sin esperar nada a cambio.

Sin fariseismos.

Sin contraprestación.

El “yo por ti y tú por mí” queda muy bien en las películas, pero no tanto en la vida real.

Mucho mejor es hacer lo que tienes que hacer porque sientes que es lo correcto y lo que corresponde.

Tanto si te ayudaron antes a ti como si no, tender una mano a quien lo necesita es de lo mejor que puedes hacer en esta vida.

Y no hablo sólo de dinero.

Eso es lo fácil.

Mandar una transferencia o firmar un cheque no requiere demasiado esfuerzo.

Lo difícil es estar ahí, en el momento que alguien te necesita.

Contestar la llamada y decir “ahora, voy”, sin pedir explicaciones.

Alguien importante para ti te necesita y eso es todo lo que tienes que saber.

No creo que nadie lo haya explicado mejor que Ben Affleck y Jeremy Renner en la película The Town:

Necesito tu ayuda. No puedes preguntar por qué, y no hablaremos de ello después. Vamos a hacerle algo malo a algunas personas.

…

¿Quienes son y a qué hora?

No es cuestión de ir pidiendo ayuda para dar palizas, pero me alegra saber que tengo personas a las que puedo llamar en cualquier circunstancia.

Y ellas a mí.

Eso vale más que todo el dinero del mundo.

¿Y tú?

¿Estás dispuesto a descolgar el teléfono cuando te necesiten?

Te leo.

Iñaki Arcocha

[email protected]

P.D: El mensaje de Chadwick Boseman a Denzel Washington.

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