- Arcocha Capital
- Posts
- La magia se encuentra detrás de las puertas que no nos atrevemos a abrir
La magia se encuentra detrás de las puertas que no nos atrevemos a abrir
Cuidado con los miedos, les encanta robar sueños
Hace poco escuché en un podcast que “la magia se encuentra detrás de las puertas que no nos atrevemos a abrir” y la reflexión resonó en mi cabeza durante varios días.
No me gustan nada las expresiones estereotípicas tipo “salir de la zona de confort” o “ pensar fuera de la caja” porque con frecuencia son meros lemas vacíos que no aportan nada.
Sin embargo, el enfoque que le daban en el podcast era un tanto diferente. Esas puertas que todos tenemos y que no queremos abrir, no necesariamente implican cambios dramáticos en nuestra vida. No se trata solo de perseguir el trabajo de nuestros sueños, mudarnos a otro país o cambiar radicalmente de profesión. Las puertas que mantenemos cerradas suelen ser, en su mayoría, mucho más mundanas.
Yo sé que hay ejercicios en el gimnasio que me harían progresar mucho más rápido que los que suelo hacer, pero sencillamente no me gustan. Me cuestan más, sufro y siempre tengo una excusa a mano para no incluirlos en mi rutina.
Hay mil proyectos profesionales que podría compaginar perfectamente con mi día a día o al menos explorarlos, pero no lo hago por miedo a no ser lo suficientemente constante. No quiero perder la sensación de contar con un plan B, una opción de escape, en caso de que mi situación actual no prospere como espero. Lo curioso es que soy plenamente consciente de que la mejor manera de que tu plan A no funcione es, precisamente, tener un plan B. No hay mayor sabotaje que el que nos infligimos a nosotros mismos.
El rencor es otra puerta habitual que mantengo cerrada a cal y a canto porque si no lo tengo, ¿a quién hecho la culpa de todo lo malo que me pasa?
Para concluir, el amor también representa una frontera que a menudo guardamos celosamente bajo siete llaves. Ya sea la chica del instituto a la que nunca invitaste a cenar, la compañera de universidad a la que pedías los apuntes pero no saludabas fuera de clase, o cualquier otra persona que se haya cruzado en tu vida y por la que instintivamente sentiste algo, pero nunca te atreviste a dar un paso más.
Nos topamos con esas pequeñas puertas a diario, y eso es lo más positivo de esta historia. No necesitas esperar a un gran acontecimiento para vencer tus miedos, simplemente debes atreverte a abrir la próxima puerta que encuentres en tu camino.
Lo que hay detrás solo puede aportar experiencias positivas a tu vida. Al fin y al cabo, hemos dicho que detrás de ellas se esconde la magia, y ¿a quién no le gusta un buen truco de magia?