- Arcocha Capital
- Posts
- Me Equivoqué
Me Equivoqué
Y no será la última vez
Un guiño.
Un halago.
A alguien que tiene mucho éxito y, de esa manera, reconocérselo.
Pero no, era un plagio.
Sí, lo confieso.
He copiado.
No me refiero a haberlo hecho alguna vez en la vida.
Un vez llevé una chuleta a un examen y lo pasé tan mal, que nunca más.
He copiado en tiempo presente.
De hecho, ha sido en esta misma newsletter semanal desde prácticamente el comienzo.
No es que haya plagiado el contenido de nadie o que los textos no sean míos.
Obviamente, me inspiro en noticias curiosas que me encuentro por las redes sociales.
Todo lo que leo, veo o escucho me sirve de inspiración para elaborar un contenido y una reflexión propia.
La cagada la he cometido en la posdata.
Posdatas en realidad.
Hasta la semana pasada utilizaba unas posdatas en las que invitaba a recomendar mis emails.
En la primera, la invitación era en positivo: si te gustan, compártelas.
En la segunda, en negativo: si no te gustan, mándaselas a quien te cae mal.
Del mismo modo que el “te leo”, es una invitación a que me escribas.
Las posdatas lo son a que me difundas.
El único problema es que el texto de las mismas no era mío, sino del Mago More.
Me suscribi a sus emails justo al mismo tiempo en que empecé con los míos y me parecieron muy simpáticas.
Te puedo asegurar que en ese momento me pareció un “homenaje”.
No creí que estuviera copiando nada demasiado importante.
No es como si le estuviera “robando” un truco de magia o un chiste y haciéndolo pasar por mío.
Me pareció algo menor.
Hasta que el propio More me sacó del error.
En un intercambio de emails que tuvimos por otro tema, me señaló que estaba utilizando sus posdatas.
Y que no había necesidad.
No sólo eso.
Me explicó que, lejos de ayudarme, me estaba perjudicando.
Porque a todos nos encanta que nos sorprendan.
La originalidad.
La chispa de genialidad.
Y no hay nada menos sorprendente, ni menos original, que la falta de personalidad.
Y no hay mayor falta de personalidad que usar las ideas de otros.
Sin filtrarlas.
Sin hacerlas tuyas.
A ti te digo lo mismo que le dije a More:
Muchas veces tomamos decisiones sobre la marcha, sin pensarlo demasiado.
Nos parecen maravillosas… y no volvemos a revisarlas jamás.
Hasta que alguien, desde fuera, nos llama la atención y nos dice:
Por ahí no.
Te has equivocado.
Son como esos errores ortográficos que no ves.
Por muchas veces que releas el texto… sigues sin verlos.
Cuando te pasa eso, tienes dos opciones:
Echarle la culpa al empedrado, al perro o a cualquiera menos a ti.
Reconocer que te has equivocado y rectificar.
Y eso hice yo.
He cambiado completamente la posdata para que no se parezca ni remotamente a la anterior.
Una pena, porque me gustaba mucho.
Pero no era mía.
Y no hay nada peor que hacerse pasar por quien no eres.
Vivir una mentira.
Porque, aún saliéndote bien, te sentirás mal.
Sabrás que no te pertenece el mérito.
Que eres un verdadero impostor.
Y entonces jamás sabrás lo que podrías haber conseguido siendo tú mismo.
More lo entendió.
Y estoy seguro de que tú también lo harás.
Te leo.
Iñaki Arcocha
📖 Mi libro: 50 Historias, 50 Meditaciones Modernas
👉 Cómpralo aquí en Amazon
💬 Si ya lo leíste, no olvides dejar una reseña. 🙌
🔹 No lo leerás en ninguna otra parte.
📩 Suscríbete a mi newsletter para no perderte ninguna historia:
👉 Suscribirme aquí
P.D.: ¿Sigues ahí? Eso es que te ha gustado... Compártela con quien tú sabes. Sí, con todos ellos.
P.D.2.: ¿Te preocupa algo en especial? Escríbeme, y la próxima vez hablaré de ello. Así podrás presumir de que fue idea tuya.