Mensaje en una Botella

Hace unos días, recibí un email de un suscriptor.

Primera semana del año.

Así que me esperaba la típica felicitación navideña, llena de buenos deseos para el Año Nuevo.

Pues no.

De hecho, lo primero que me dejó claro fue que no iba a desearme ni paz, ni salud, ni prosperidad.

Nanai.

En lugar de eso, me recordó algo mucho más importante.

Me recordó que la paz, la salud o la prosperidad, no son fruto de la casualidad ni de la Providencia.

Son el resultado directo de nuestros actos y de nuestras decisiones.

Por eso, con muy buen criterio, prefirió enviarme sus buenos deseos en otra dirección.

Me deseó ser constante y perseverante, porque ese es el único camino hacia el éxito.

Me deseó tranquilidad para tomar las mejores decisiones, porque nadie acierta bajo presión.

Me deseó aprender de mis errores, porque no hay mejor maestro que la equivocación.

Me deseó la mejor actitud, que siempre gana a la aptitud, por mucho que nos digan lo contrario.

Me deseó muchísima disciplina para los días, que vendrán, en los que no me apetezca hacer nada.

Me deseó seguir rodeándome de las mejores personas posibles, porque somos tan buenos como quienes nos acompañan.

Y, por último, me deseó un año lleno de gratitud.

Gratitud para darme cuenta de lo afortunado que soy y todo lo que aún me queda por delante.

¿Qué mejor momento y lugar para dar las gracias que este email?

Ninguno.

Por eso, comparto este maravilloso mensaje contigo y te deseo exactamente lo mismo.

Un año lleno de emociones, de ilusión y de disciplina.

Un año que te ponga a prueba como nunca, para que sepas de qué estás hecho.

Un año en el que te acerques un poco más a tus objetivos, sólo para darte cuenta de que no importan tanto.

Porque siempre habrá unos nuevos.

Porque el juego nunca termina.

Porque la meta nunca es el destino.

Sino disfrutar por el camino.

Y, si es en buena compañía, mejor que mejor.

Eso es lo que trae la paz, la salud y el bienestar.

No necesitas más.

No mereces menos.

Gracias por estar ahí.

Vamos conquistar un año más.

No tengo duda de que será espectacular.

¿Y tú?

Te leo.

Iñaki Arcocha

[email protected]

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