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Ni todo el dinero del mundo puede comprarte 1 sólo segundo de tiempo

El tiempo es el recurso más precioso y escaso del mundo

“No tengo tiempo para esto” no es más que otra manera de expresar que algo no es lo suficientemente importante como para merecer tu atención.

Todo el mundo dispone de las mismas 24 horas en un día, y no hay nada ni nadie que pueda añadir ni siquiera un segundo más de tiempo. En este sentido, pocas cosas son más democráticas que el tiempo, nos igual a todos.

El tiempo del que contamos no depende ni de tu estado de ánimo, ni de tu posición social, ni de tu fuerza de voluntad. Es igual para todos y no hay manera de saltarse las reglas. Al menos hasta que la física cuántica encuentre aplicación en el mundo tangible en el que vivimos.

Sin embargo, seguro que conoces a alguien que es capaz de comprometerse con varias actividades a la vez. Lo que te lleva a la gran pregunta: ¿de dónde saca el tiempo? La respuesta a esta pregunta retórica es bien sencilla: lo saca de las elecciones que toma.

La hora que algunos destinan a ver una serie en Netflix, otros la emplean para leer sobre economía o investigar un nuevo proyecto empresarial. El tiempo que algunos dedican a socializar después del trabajo para otros es la hora de entrenar con fuerza en el gimnasio.

No existen caminos buenos o malos, acertados o equivocados; simplemente, hay una cadena de elecciones que van dando forma a tu día a día. “Thoughts become Things”, los pensamientos se transforman en acciones.

Lo más fascinante es que estos pensamientos que dan forma a los diferentes caminos, no son ni predeterminados ni inmutables. Siempre estás a tiempo a darle un giro a tu vida.

Antes de que nacieran mis hijos, me parecía literalmente imposible encontrar tiempo para prepararles el biberón por la mañana, vestirles, darles de comer o bañarles. No lograba comprender cómo podría ocuparme de un recién nacido sin tener que renunciar a mi preciado y escaso tiempo de ocio.

Y la verdad es que cuando algo es realmente importante, tú “creas” el tiempo necesario para ello sin renunciar a las tareas obligatorias que todos tenemos en nuestro día a día.

Es una cuestión de prioridades y de saber optimizar las horas del día. Al fin y al cabo, esas personas que admiramos por todo lo que son capaces de hacer cada día cuentan con el mismo tiempo que tú.

Ni un segundo más, pero tampoco ni un segundo menos.