No lo Tapes

Episodio 22 de la temporada 8 de Los Simpsons.

No se hacen suficientes estudios sobre esta grandísima serie.

Primero, por su capacidad predictiva de sucesos históricos inesperados que desafía cualquier lógica.

Segundo, por las miles de enseñanzas que regala en cada capítulo.

Para todos los públicos y franjas de edad.

De hecho, están más dirigidas a los adultos que a los jóvenes.

Pero eso ya lo sabes.

En un momento de este capítulo, Lisa le advierte a Homer de un mensaje de error en el panel del coche:

Fallo en el motor.

Homer, fiel a sí mismo, le responde que no hay nada de qué preocuparse.

Lisa, siendo también como es, le insiste en que debería revisarlo porque no para de parpadear.

¿La solución de Homer al molesto intermitente de alarma?

Sacar una cinta adhesiva y ponerla encima para que no se vea.

Asunto solucionado.

Sólo que, obviamente, no fue así.

Y el coche acaba dejándoles tirados.

Qué tonto es este Homer, ¿verdad?

Claro, porque tú nunca has mirado para otro lado ante un problema.

No, señor.

Jamás has escondido la mierda debajo de la alfombra.

Nunca has dejado las tareas más pesadas para el final del día.

Sabiendo que lo más probable es que acabes pasándolas al día siguiente.

Mucho menos has postergado esa llamada incómoda que tienes que hacer.

Ni has dudado en hablar con tu jefe cuando no puedes más en el trabajo.

Todos los problemas serios de pareja los afrontas inmediatamente y sin vacilar.

Y, por supuesto, tus metas personales las llevas al día y sin falta.

• La dieta en orden.

• El ejercicio diario, que no falte.

• Los hobbies bien atendidos.

• Las amistades, la pareja y los hijos, regados a diario.

El jardinero te llaman.

Sabes que no.

Tampoco te culpo.

Todos somos un poco Homer de vez en cuando.

El problema es cuando lo eres todos los días.

Mucho más si te convences a ti mismo de que es lo normal.

Total, tampoco es tan importante.

No era tan urgente.

He tenido un día complicado.

Él/ella/ellos ya saben que los quiero.

No tengo por qué ser yo el que dé el primer paso.

Me conozco a la perfección ese diálogo interior.

También es el mío.

Lo que pasa es que todos sabemos que no hay cinta adhesiva que tape todo lo que tenemos que hacer en el día.

Y no sólo hablo de problemas.

También de responsabilidades.

Lo bueno es que eres consciente de ello.

Por lo que puedes hacer algo respecto.

Por ejemplo:

Hacer caso a tu Lisa, todos tenemos una,

y ponerte a lo que toca cuando toca.

Sin excusas.

Sin excepciones.

Esa es la mejor manera de que tu coche no te deje nunca tirado.

Y también, de no decepcionar a quién más importa.

A ti mismo.

Te leo.

Iñaki Arcocha

[email protected]

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