Persigue tus sueños

Cueste lo que cueste

Tom Cruise es una de las estrellas de Hollywood más fascinantes de las últimas décadas. Querido y odiado a partes iguales, ha tenido tanto éxito en las salas de cine como controversias por su vida privada y su afiliación a la Cienciología.

En lo que casi todo el mundo está de acuerdo es en que es un gran amante del cine tradicional. Recordemos que se niega al estreno de sus películas en las plataformas y abogó por seguir rodando "Misión Imposible" durante la pandemia, salvando así cientos de puestos de trabajo.

Y también estaremos de acuerdo en que es un auténtico maestro en las escenas de acción, realizando él mismo la mayoría de ellas.

En este sentido, Matt Damon compartió hace tiempo una anécdota sobre el amor de Cruise por este tipo de escenas. En "Misión Imposible: Protocolo Fantasma", por ejemplo, el actor escalaba y corría a lo largo del impresionante Burj Khalifa de Dubai.

Damon se encontró con Cruise en una cena en Londres y le preguntó directamente sobre cómo logró que le permitieran filmar la escena del rascacielos.

"Tom, ¿puedes decirme cómo lograste que te permitieran filmar esa escena del rascacielos?"

"¡Por supuesto! ¡Te contaré cómo sucedió! Es una toma en la que he estado pensando durante más de 15 años para poder rodarla".

"¡Guau! ¿De verdad? ¿Pero cómo la aprobó el equipo de seguridad?"

"Bueno, tengo toda la escena perfectamente planificada en mi cabeza, así que se la expliqué al responsable de seguridad durante más de una hora, con todos los detalles".

"¿Y qué te dijo?"

"Tom, esto es imposible de hacer. Es demasiado peligroso, los del seguro nunca nos lo permitirán".

"¿Y entonces qué hiciste?"

"Contraté a otro responsable de seguridad".

Matt Damon concluye la historia diciendo que ahí es donde se diferencia de personas como Tom Cruise. A él también le gusta hacer escenas de acción, pero cuando el responsable de seguridad dice que no se puede hacer, se acaba la historia.

No seré yo quien recomiende atarse un arnés a la espalda y lanzarse de cabeza por un rascacielos, pero creo que se puede aprender mucho de la actitud inconformista de Tom Cruise.

Los problemas siempre estarán presentes y los obstáculos en el camino hacia nuestros sueños son inevitables. Pero si nos detenemos por cada piedra en el camino, nunca llegaremos a ninguna parte.

“Responsables de seguridad” que te digan que no puedes hacer algo, no van a faltar nunca. Pero recuerda que si hay voluntad, existe el camino.

Si algo te importa lo suficiente, siempre encontrarás una manera de conseguirlo.

Lo mejor es siempre apuntar a la luna, porque aunque falles, sabes que aterrizarás entre las estrellas.

Te leo.

Iñaki Arcocha