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¿Por qué escribo una Newsletter?
Legado, pasión y trabajo.
Esta newsletter va a ser un tanto diferente.
Un “open kimono” en toda regla.
La verdad es que escribo porque es la forma en la que mejor me expreso.
Ha sido así desde pequeño y supongo que será así hasta el día en que me toque picar billete.
Pero eso no explica por qué escribo específicamente una newsletter pública tres veces por semana.
La respuesta rápida sería porque forma parte de la marca personal que estoy creando desde principios de año y que, de hecho, es la parte más personal de la misma, valga la redundancia.
En mi canal de YouTube hablo sobre economía, finanzas y temas relacionados, mientras que en la newsletter paso a limpio lo que se me pasa por la cabeza en cada momento.
No se me ocurre mayor acto de sinceridad, y por qué no decirlo, de narcisismo que ese.
La respuesta compleja incluiría una larga disertación sobre las ansias por trascender, ser reconocido y también poder dejar algo a mis hijos para cuando ya no esté.
Algo que les diga cómo era yo y que no tengan la misma duda que me ha perseguido toda la vida.
¿He dicho eso en alto?
Lo dicho, “open kimono” total.
A nivel práctico, la razón por la que elegí este modelo concreto de newsletter y su periodicidad se lo debo a Isra Bravo.
Si no le conoces, es el copywriter más reconocido en habla hispana, tanto en España como probablemente en todo el mundo.
No te sientas mal si no sabes lo que hace un copywriter, yo tampoco lo sabía hasta hace pocos meses.
De manera muy resumida, un copywriter es una persona que se encarga de escribir de manera persuasiva para aumentar las ventas de un producto o servicio.
De cualquier empresa, sector y país que puedas imaginarte.
Si pensabas que lo de vender vía emails o a través de cartas de ventas en páginas webs era algo del pasado…..bienvenido al club, yo también lo pensaba.
Nada más lejos de la realidad.
La comunicación escrita sigue siendo la más efectiva para fidelizar y la más provocativa de las que tenemos a nuestra disposición.
De largo.
No recuerdo exactamente cuando escuché a Isra por primera, pero sí recuerdo el momento en el que algo en mi cabeza hizo “click”.
Fue justo después de leer su primer libro: “Escribo porque me gusta ganar dinero”.
Yo nunca podré escribir como él lo hace y ni siquiera me gusta del todo su “estilo”, pero lo que tengo clarísimo es que es el mejor en su trabajo.
A la lectura de su primer libro, le siguieron el segundo y poco después el tercero.
Un tercer libro que tuve la suerte de que me lo firmara en la feria del libro de este año en Madrid.
Yo, que he sido cero mitómano en mi vida y que nunca me he acercado a los famosos que me he encontrado en aviones de todo el mundo, me calcé una cola de casi una hora para conseguir su autógrafo.
Vivir para ver.
Pero la espera valió mucho más la pena de lo que pensaba.
Primero, porque comprobé de primera mano la autenticidad de mi referente.
Segundo, porque me sirvió para hacerme dos promesas a mí mismo.
Pocos días antes de la firma de libros, Isra mencionó en uno de sus emails diarios, que si la gente estaba dispuesta a esperar de pie para conversar brevemente con él, lo menos que podía hacer era recibirlos de pie y con una sonrisa.
Dicho y hecho.
No se sentó en ningún momento de las más de tres horas que estuvo firmando y doy fe que no perdió el buen humor en ningún momento.
Eso me hizo pensar que el día que me encuentre firmando mi primer libro en la feria del libro, yo también recibiré de pie a los que se acerquen a saludar.
No creo que tengan que hacer una cola muy larga, pero todo se andará.
Al fin y al cabo, tan sólo será mi primer libro.
Y después de ese, vendrán muchos más.
Si a tu pasión le añades trabajo y dirección, ¿qué puede salir mal?
Te leo.
Iñaki Arcocha
P.D: La prueba del delito.

P.D 2: La inspiradora historia de Isra Bravo contada de primera mano.