Sé el Verdugo

Tom Cruise.

¿Te he dicho ya que es Dios?

Creo que sí.

Al menos lo es para los que amamos el cine.

No sólo por su exitosa carrera.

Llena de peliculones como Algunos Hombres Buenos, Magnolia o Minority Report.

Sino también porque fue el hombre que nos devolvió a las salas durante la pandemia.

Y lo hizo con la secuela de uno de sus grandes éxitos de los 80.

Una película llena de testosterona, acción, exaltación de los valores tradicionales y…

….la única intención de entretener a los espectadores.

Justo lo contrario a lo nos tienen acostumbrados en los últimos años.

Y, por eso, Top Gun: Maverick fue el exitazo que necesitábamos sin saberlo.

Tom Cruise no sólo salvó al cine con aquella película.

También lo hizo con la carrera de uno de sus protagonistas.

Glen Powell soñaba con encarnar a “Rooster”.

El hijo del mítico “Goose”, compañero de Maverick en la cinta original,

y cuya muerte marcó el desenlace de toda la película.

La productora le dijo que no.

El papel era para Miles Teller.

A él sólo le ofrecían un papel secundario.

Powell no se tomó bien la noticia.

Tenía claro que o interpretaba un papel principal… o nada.

Durante la celebración del 4 de julio,

uno de sus días favoritos por ser un tipo patriótico hasta la médula,

recibió la inesperada visita de uno de sus héroes.

Tom Cruise, en persona, se reunió con él para celebrar el día de la nación

y, como no, para hablar de cine.

En la reunión, Cruise le hizo una pregunta muy sencilla:

¿Qué tipo de carrera quieres, Glen?

Muy fácil, quiero la carrera que has tenido tú. Eligiendo siempre los mejores papeles en las mejores películas.

Te equivocas. Yo nunca elijo los mejores papeles. Yo elijo las mejores películas y luego es mi trabajo hacer que los papeles sean grandes.

¡Pummmm!

Aquello lo cambio todo.

Powell aceptó el papel de “Hangman” de inmediato

y lo transformó en una de las interpretaciones más reconocidas de la película.

Por encima de la de Miles Teller

y a la par que la de Tom Cruise.

El resto…..es historia.

Reconocimiento unánime en el Festival de Venecia por el guión de Hit Man.

Nominación a los globos de oro por la misma película.

Coprotagonista de la comedia del año junto a la emergente Sidney Sweeney.

Y de ser un actor de segunda a tener su agenda llena de colaboraciones con gigantes como Steven Spielberg.

Todo en esta vida depende de la perspectiva correcta.

De entender que no necesitas que nadie te regale un papel estelar.

Ni un título bonito.

Ni que otros te digan lo que vales.

Lo importante es lo que haces con lo que tienes en las manos.

Por ti mismo.

Glen Powell no esperó a que nadie le diera el papel soñado.

Lo convirtió él mismo en una interpretación que nunca olvidaremos.

Ahora te toca decidir.

Seguir esperando….

…o recordar que, en la película de tu vida,

tú eres el único protagonista.

Te leo.

Iñaki Arcocha

[email protected]

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