- Arcocha Capital
- Posts
- Quédatelo
Quédatelo
Aunque no lo quieras
Donald Sutherland tenía un carisma arrollador.
Nunca ganó el Oscar a mejor actor.
Ni siquiera fue nominado.
Y eso, a pesar de participar en peliculones como Doce del Patíbulo, M*A*S*H o la mítica La Invasión de los Ultracuerpos.
Pero sí que se lo concedieron, honorífico, en 2017 durante los Governors Awards.
Gracias a su excelente y larguísima carrera de más de 150 películas.
Hay una frase de su discurso de agradecimiento que define a la perfección su enorme carisma:
No merezco este premio….pero tampoco merezco la artritis que tengo.
Así que me lo quedo.
Bravo.
¿Cuántas veces nos avergonzamos por nuestra buena suerte?
Unas cuantas.
Nos hacen un elogio y nos incomoda.
Recibimos un reconocimiento y no lo sentimos merecido.
No creemos haber hecho méritos suficientes.
Le podía haber pasado a otro.
Ha sido suerte.
No volverá a pasar.
Hoy me toca a mí y mañana a ti.
¿Te suena?
Seguro que sí.
Pero también nos lamentamos de las desgracias que, inevitablemente, a todos nos suceden.
Nos rompemos una pierna bajando una pista azul y lloramos.
Perdemos el vuelo de conexión por un retraso inesperado y maldecimos nuestra mala suerte.
Si te pasa algo bueno, malo.
Si es algo malo, peor.
¿Cuándo te toca ganar?
¿Cuándo te sientes merecedor de lo que te sucede?
Ya.
Nunca.
Lo sé.
El espíritu humano y todo eso.
Es más fácil quejarse que aceptar y pasar a otro tema.
Así no eres responsable.
No va contigo.
Son sólo cosas que te pasan.
Yo te propongo otro juego.
Sea lo que sea, tómalo.
Si es algo positivo, que sea con una sonrisa.
Y si es negativo…..con filosofía.
Porque pasará.
Y no es para tanto.
Nunca lo es.
En la vida no hay balances que valgan.
Después de cada golpe de buena suerte no te “toca” una zancadilla.
Tampoco te vas a resbalar con una piel de plátano porque te pase algo bueno.
No funciona así.
Lo que sí funciona es sentirse agradecido todos los días.
Y disfrutar de cada pequeño gran momento.
De todas las alegrías que aparezcan, aunque no entiendas por qué.
Eso te ayudará a sufrir lo justo con las penas.
Que siempre aparecen aunque no estén invitadas a cenar.
En mi primer banco en Zurich, yo no merecía el cambio de dirección.
No había hecho nada.
Mis clientes tampoco.
Pero sucedió.
¿Me cabreó?
Mucho.
¿Me pareció injusto?
Más.
¿Y luego?
Luego lo acepté.
Me cambié de banco.
Y gracias a eso….
….estoy donde estoy.
No me van a dar un Oscar por esto.
Ni mucho menos.
No soy un caso aislado.
Tú tampoco lo eres.
Así que la próxima vez que te pase algo bueno, hazme un favor.
Disfrútalo.
Quédatelo.
Aunque no lo entiendas.
Aunque no lo quieras.
Al menos yo, sí creo que te lo mereces.
Te leo.
Iñaki Arcocha
📖 Mi libro: 50 Historias, 50 Meditaciones Modernas
👉 Cómpralo aquí en Amazon
💬 Si ya lo leíste, no olvides dejar una reseña. 🙌
🔹 No lo leerás en ninguna otra parte.
📩 Suscríbete a mi newsletter para no perderte ninguna historia:
👉 Suscribirme aquí
P.D.: ¿Sigues ahí? Eso es que te ha gustado... Compártela con quien tú sabes. Sí, con todos ellos.
P.D.2.: ¿Te preocupa algo en especial? Escríbeme, y la próxima vez hablaré de ello. Así podrás presumir de que fue idea tuya.