¿Qué tal si dejas de Huir?

¿En qué se parecen las vacas y los búfalos?

Los dos sienten que viene una tormenta.

Pueden notar como la presión del aire cambia y anticiparse.

Con una sutil diferencia.

Las vacas corren siempre en dirección contraria a la tormenta.

Huyendo.

Mientras que los búfalos se tiran de cabeza a la misma.

Enfrentándola.

Las vacas acaban cansadas de correr y correr,

tratando de escapar de algo que es más rápida que ellas.

Por lo que terminan pasando mucho más tiempo sufriendo la tormenta de lo que deberían.

Los búfalos, al contrario, al enfrentarse al viento y a la lluvia,

terminan viéndola pasar mucho antes.

¿Entiendes por dónde voy?

La mayoría de las personas son vacas.

En lugar de enfrentarse a los problemas,

huyen despavoridos en dirección contraria.

Lo que no soluciona nada.

Simplemente les obliga a estar más tiempo lidiando con la culpa,

con los remordimientos,

con su sufrimiento.

Muy pocas personas son verdaderos búfalos.

No porque no tengan miedo,

que lo tienen.

Sino porque saben que cuanto antes se hagan responsables de lo que les pasa,

antes estarán disfrutando de la hierba fresca, el sol y la tranquilidad.

Todos tenemos nuestras tormentas particulares.

Ahora sólo queda una pregunta que hacerse:

¿Qué quieres ser?

¿Un búfalo o una vaca?

Tú mueves.

Te leo.

Iñaki Arcocha

[email protected]

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