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Toma siempre el camino difícil
Los desafíos diarios alargan la vida
Recientes investigaciones científicas han revelado que un área del cerebro vinculada con la fuerza de voluntad, podría tener una importancia mucho mayor de lo que se creía previamente.
Esta región específica se conoce como "Corteza del cíngulo medio anterior", un término que en sí mismo no nos aporta gran cosa. Podríamos igualmente referirnos a ella como "llave de la voluntad" o "Monstruo de las Galletas". En esencia, nos da lo mismo.
El caso es que se ha comprobado que esta región cerebral aumenta de tamaño cuando realizamos acciones que preferimos evitar. En otras palabras, a medida que nos enfrentamos a tareas desagradables y nos obligamos a llevarlas a cabo, esta área del cerebro experimenta un crecimiento significativo.
¿Por qué es esto importante? Porque, al mismo tiempo, se ha descubierto que el tamaño de esa zona del cerebro está directamente vinculado con la longevidad. A mayor tamaño, mayor vida promedio del individuo.
Pero cuidado que la cosa tiene más miga de la que parece. Para incrementar el tamaño de esta área del cerebro, no es suficiente con prolongar situaciones incómodas a las que nos vamos acostumbrando. No se trata simplemente de exponerse gradualmente a un baño de agua fría y aumentar progresivamente el tiempo de tolerancia de 1 minuto a 10 minutos. El "Monstruo de las Galletas" solo crecerá si enfrentas constantemente algo que te resulta difícil, si detestas el agua fría con todas tus fuerzas y sin acostumbrarte, continuas aguantando.
En este sentido, esa área específica del cerebro no solo está regulando nuestra fuerza de voluntad, sino también nuestro deseo de vivir, que es fundamentalmente lo que impulsa nuestra longevidad hacia adelante.
Está ampliamente demostrado que mantener una actitud positiva, tener ganas de vivir y ser optimista pueden marcar una diferencia significativa en la esperanza de vida. Estos factores pueden ser determinantes, por ejemplo, en la capacidad para superar una enfermedad terminal de no hacerlo.
Desgraciadamente, llegado un punto de nuestra vida, todos conocemos ejemplos ilustrativos en ambos sentidos.
La mala noticia es es que esta área del cerebro no solo crece cuando te esfuerzas, sino que también puede decrecer si dejas de hacerlo. La exposición constante a situaciones desafiantes, como la ducha de agua fría que originalmente te incomodaba, puede perder su impacto positivo si te acostumbras a ella. En este caso, no solo el crecimiento del "Monstruo de las Galletas" se detendrá, sino que empezará a revertirse.
La idea es estar en constante incomodidad pero lo bueno de todo esto, es que tampoco tienes que realizar grandes proezas que odies con toda tu alma o te generen un miedo mortal. No es cuestión de hacer salto base, puenting o barranquismo extremo, sino de enfrentarse a las incomodidades y tareas diarias que no nos gusta hacer.
¿Qué tiene esto de bueno? Que nos pasamos gran parte del día quejándonos amargamente de tareas que preferimos evitar.
Tener una vida más larga y plena está al alcance de todos nosotros. Es tan sencillo y a la vez tan complicado como dejar de postergar lo que nos resulta desagradable y colocarlo en la parte superior de nuestra lista de prioridades.
El Monstruo de las Galletas siempre está hambriento, pero esto nos permite tener una vida más larga y, sobre todo, mucho más satisfactoria.
El camino difícil siempre es mucho más gratificante que el camino pavimentado con baldosas amarillas.
Te leo.
Iñaki Arcocha