El Fin de los Últimos Días

Te puede o no gustar el cubismo.

Te puede o no gustar el expresionismo.

Te puede o no gustar el surrealismo.

Incluso, te puede o no gustar la pintura.

Pero estoy seguro de que, en cualquier caso, reconocerás que Picasso era un genio.

Yo, por ejemplo, no tengo ni idea de ninguno de esos movimientos artísticos.

No los entiendo en absoluto.

Lo que no impide que el Guernica me deje sin aliento cada vez que lo veo.

Incluso sin tener claro si el cuadro me gusta, me repele o me gusta precisamente porque me repele.

Sin embargo, Picasso no me sorprende por su calidad artística - que soy incapaz de juzgar-, sino por otra cosa.

Que él mismo definió a la perfección:

Se tarda mucho tiempo en llegar a ser joven.

Picasso nunca dejó de reinventarse.

De explorar.

De cambiar.

En definitiva, de no conformarse jamás.

Cada década de su vida la podemos enmarcar en una etapa diferente.

Y en prácticamente todas alcanzó un nivel de maestría insuperable para la mayoría.

Donde otros se habrían conformado y relajado, él decidió reinventarse.

Lo dejaba todo en el punto más álgido, cuando más fácil es rendirse a la comodidad, para volver a empezar de cero.

Picasso descubrió que la verdadera grandeza no está en alcanzar la cima, sino en volver a bajarla para escalarla de nuevo.

Una y otra vez.

La mejor manera de vivir la vida es como si cada día fuera el primero de tu vida.

Sí, has leído bien: el primero, no el último.

Vivir como si fuera el último de tu vida es llevar una existencia de urgencia, de ansiedad y de miedo.

Se te acaba el tiempo para todo lo que tienes que hacer y decir.

No terminará bien si vives así.

En cambio, si cada día lo tomas como una nueva oportunidad, una nueva ilusión con todo por descubrir…..el límite lo pones tú.

Cambia la urgencia por la emoción.

La ansiedad por la ilusión.

El miedo por la esperanza.

Y no volverás a preocuparte por lo que te queda por hacer o….. por lo que no te atreves a comenzar.

Me encantaría decirte que yo vivo así cada día.

Pero no me gusta mentir.

Te diré que simplemente lo intento.

Y fallo.

Y vuelvo a intentarlo.

Un poquito mejor cada vez.

Me ayuda dar las buenas noches a las dos mejores cosas que he hecho en mi vida.

Y despertarme al lado de mi sueño de verano.

Si por ellos no pienso que cada día es como el primero…

….¿por quién, entonces?

¿Y tú?

¿Cuándo fue la última vez que comenzaste algo verdaderamente nuevo?

¿Será hoy el día que te atrevas a volver a empezar?

Te leo.

Iñaki Arcocha

[email protected]

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